cropped-logo-saioa-azul.png

(·) Mi teta “mala” (·)

[row] [col span=”6″ span__sm=”12″] [ux_image id=”211″ image_size=”medium”] [/col] [col span=”6″ span__sm=”12″] [ux_text text_color=”#303866″]

Mis dos criaturas han rechazado una de mis dos tetas. 
Sí, los dos la misma.

El primero lo hizo cuando tenía 8 meses. Yo intenté evitarlo tanto como pude. Cambiando de postura, poniéndome de pie, sentada… Pero no hubo manera. Y su decisión fue difícil de digerir. Un duelo. Sin embargo, su lactancia se alargó hasta que cumplió 17 meses.

El segundo la rechazó antes. Con 5 meses. Y me dolió igual. No, rectifico, dolió más. Porque entonces llegó la culpa por partida doble. ¿Estaré haciendo algo mal? ¿Mis tetas producirán suficiente leche? ¿Seré capaz de alimentarlo con un solo pecho?… 

Finalmente decidí asesorarme y vi que no era la única. De hecho, descubrí que varias madres de mi entorno habían pasado por lo mismo, sin haberlo compartido.

Otro tabú más, pensé. Y busqué la manera de luchar para que, en esta segunda lactancia, la producción de la teta “mala” –así la llamaba de forma equivocada–, no bajara. 

[/ux_text] [/col] [/row] [ux_text text_color=”#303866″]

Hablé con Alba Padró y finalmente decidí aceptarlo, transitar el duelo y disfrutar, pesé al rechazo, de esta segunda lactancia.

Pero, ¿por qué motivo se invisibiliza, también, esta realidad? ¿Cómo puede ser que, siendo tan habitual, nos falten recursos para transitarla acompañadas? Y, pesé a ser habitual, ¿qué se debe hacer cuando esto sucede? 

1️⃣ Dejar de juzgar nuestros cuerpos. No hay tetas “buenas” ni “malas”. Con una o dos tetas productivas, nuestro cuerpo es capaz de producir la leche que demanda nuestro bebé.

2️⃣ Pedir cita con una fisioterapeuta/osteópata que nos diga si el rechazo se debe a un problema muscular. Tanto en el bebé como en la madre. 

3️⃣ Observar los pechos y descartar que el motivo del rechazo sea consecuencia de un problema médico. Toquémonos las tetas, siempre.

4️⃣ Si las dos opciones anteriores están descartadas y el motivo del rechazo es otro, es importante que intentemos promover diferentes posiciones para evitar problemas en el desarrollo del bebé derivados de la asimetría mamaria. 

Y tú, ¿has sufrido este rechazo? ¿Cómo te has sentido?

[/ux_text]